El concepto de técnicas de
estudio es el que se utiliza para designar a todas las estrategias que un
estudiante de cualquier nivel educativo puede llevar a cabo para obtener los
mejores resultados en sus estudios. Las técnicas de estudio son una parte
elemental y de gran importancia ya que permiten ordenar el trabajo, priorizar,
aprovechar los recursos disponibles de mejor modo y además también permiten
desarrollar nuevas técnicas y modos de enfrentar el conocimiento a futuro.
Cuando hablamos de
técnicas de estudio hacemos referencia a las estrategias que pueden variar en
gran modo de acuerdo al nivel educativo (primario, secundario, universitario)
pero que en definitiva tienen un mismo objetivo y buscan cumplir con un mismo
fin que es que el alumno pueda obtener mejores resultados a partir del
desarrollo de diferentes habilidades o aptitudes que le permitan encarar mejor
cada actividad o tarea.
De este modo, entre los
diferentes métodos de estudio encontramos acciones que están destinadas a
mejorar la comprensión de textos así como también la producción de los mismos,
pero esas técnicas pueden no resultar específicamente útiles para otras
asignaturas más prácticas en las que hay que desarrollar otro tipo de
aptitudes.
Esencialmente, las
técnicas de estudio siempre giran en torno a la noción de orden y constancia,
de creación de hábitos y cierta regularidad que le permitirá al estudiante
actuar más rápidamente y con mejor preparación frente a determinadas tareas
asignadas. Estas acciones que hace unas décadas atrás parecían básicas y
elementales para cualquier estudiante son hoy importantes a remarcar debido a
que la abundancia de estímulos, información y datos hace difícil a aquel que
quiere estudiar poder concentrarse y prestar atención a la tarea a desarrollar
por un largo período de tiempo.
Las técnicas de estudio
suelen permitir al estudiante comprender mejor el material que se le exige para
poder rendir un examen o para comprender un tema. Cuando se habla de un texto
podemos mencionar aquellas que van desde lo más simple como hacer una lectura
exploratoria del documento, subrayar o marcar al margen ideas esenciales hasta
aquellas más complejas que ya requieren un mayor nivel de práctica y trabajo
como por ejemplo cómo realizar un resumen, un cuadro sinóptico o una red
conceptual en la cual todos los términos estén correctamente relacionados entre
sí. Estas habilidades llevan tiempo y no se pueden desarrollar de un día para
el otro, y esto marca la importancia de las técnicas de estudio para permitir
al alumno lograr un buen nivel de estudio.