Ser feliz es algo que se
aprende, así como los miedos y el modo en que nos comportamos ante las
frustraciones, etc. Cuando los niños viven en un ambiente feliz, aprenden a ser
felices. Confían en la presencia de sus cuidadores y se aventuran a explorar el
mundo porque confían.
La felicidad va mucho más
allá del tener, poseer, etc. Reside en la ilusión, en el deseo y en lo que
emplea un niño para conseguir lo que quiere. A la hora de educar a nuestros
hijos, son muchos los aspectos que consideramos y muchas veces dejamos de lado
los sentimientos y sólo nos centramos en su bueno mal comportamiento.
Existen algunas claves que
los padres pueden considerar a la hora de educar a niños felices:
1- Establecer un canal de comunicación con ellos a través de
actividades como el juego, el baile, el dibujo, la música, la cocina, o
simplemente viendo una película o compartiendo un cuento infantil, una
manualidad, una adivinanza, etc.
2- Enseñando a los niños a
aceptar sus frustraciones, de una
forma constructiva y positiva. También tienen que aprender a perder. A través
de los límites se puede enseñar a un niño sobre lo que es más o menos
importante, y qué es lo que esperas de ellos.
3- Dejar que exprese sus emociones, sus enfados...
No lo reprimas, puede generar inseguridad y miedo a mostrarse tal y como es. Es
positivo enseñarle a respetar sus emociones, y buscar soluciones.
4- Valora a tu hijo por
sus virtudes morales. Enséñale a
compartir, a ser amigo, a ser responsable con sus cosas, a tener disciplina con
sus tareas, etc. Estos valores son los que le quedarán para su vida adulta.
5- No lo compares con otros, amigos o hermanos. Acéptalo tal y como
es, con sus virtudes y defectos.
6- Las palabras tienen poder sobre los niños.
Si estás diciendo continuamente a tu hijo que él “es malo”, que “siempre hace
todo mal”, lo que conseguirás es bajar la autoestima de tu hijo, y no animarle
a que se esfuerce para mejorar. Las malas palabras tienen un efecto al revés en
los niños y en cualquier persona.
7- Enseña a tu hijo a ponerse en el lugar del otro. Que él
busque no hacer a los demás lo que no le gustaría que hiciesen a él.
8- Enseña a tu hijo a reconocer y a agradecer por todo lo que
tiene, de corazón. Es importante que él sepa que es un niño privilegiado, que
tiene unos papás que le quieren, una casa en que vivir, comida, escuela,
amigos, salud,... ufff... ¡hay tanto por agradecer!
Y ámalo sobre todas las
cosas y bajo cualquier circunstancia. Del modo incondicional que merecen. El
amor no está en venta.