¿Qué es la ansiedad?

La ansiedad es una emoción que sentimos cuando nos encontramos ante algo novedoso, una amenaza o cuando pensamos en nuestro futuro de una forma negativa, por tanto, es una reacción normal de adaptación a nuestro entorno que nos permite responder, que nos motiva a hacerlo y prepara todo nuestro organismo para dicha respuesta.






Ante un estímulo externo nuestro cerebro debe decidir que tipo de respuesta dar y si, es de alerta, transmite esa activación al resto de nuestro cuerpo.

Hasta ahora hemos visto que la ansiedad es necesaria para afrontar determinadas circunstancias. El problema surge cuando; 

-mantenemos en el tiempo ese nivel de activación. Lo que en un primer momento resulta ser una dosis de estrés beneficioso; como las cuerdas de un violín que se tensan para sonar afinadas, pasa a desequilibrarnos y comenzamos a tener síntomas del tipo:

Caída del cabello

miedo o temor

tics nerviosos

tartamudeo 

dificultad para concentrarnos

insomnio

preocupación

inseguridad 

Con el tiempo si no ponemos remedio a esta activación podemos desencadenar problemas de salud; cada vez que nuestro organismo recibe un estímulo externo se activan dos hormonas; la adrenalina y el cortisol.

La adrenalina produce en nosotros un estado de euforia de sentimiento de poder con todo. Se eleva nuestro nivel de deseo, entusiasmo y agudiza nuestra visión. Pero cuando una persona mantiene en el tiempo grandes dosis de adrenalina, esta actúa como un veneno

 También pueden aparecer lo que se denominan trastornos por ansiedad; Pánico, la obsesión-compulsión, fobia social, etc. 

-La activación no se corresponde con la situación en el sentido de que resulta desmesurada, con cual se convierte en una respuesta desadaptativa que bloquea nuestro nivel óptimo de ejecución. Puede ocurrir también que sea contraria a lo que se desea; necesitamos huir y nos quedamos paralizados.

La ansiedad comienza en nuestra mente de ahí que sea importante revisar nuestros pensamientos. ¿has prestado atención a lo que piensas? 

Convendría que prestáramos atención a eso que nos ronda en la cabeza porque ahí está la clave de la ansiedad; en lo que nuestra mente interpreta como real. Si nuestro cerebro cree que va a suceder algo malo, empezará a enviar síntomas de ansiedad. Tendremos que aprender a descartar de nuestra mente todo aquello que intoxica nuestras emociones.

Podemos realizar pequeños cambios en nuestra actitud para alejar la ansiedad de nuestra vida, y tenerla presente solo cuando sea necesaria.

• Comencemos por detectar cuáles son nuestros pensamientos; aquello que nos ronda constantemente en la cabeza, fuente de nuestra ansiedad. Podemos prestarles atención consciente, seguro que descubrimos pensamientos de tipo automáticos

• Abandonemos hábitos que nos roban la tranquilidad, cambiémolos  por otros que nos permitan disfrutar de la vida. Si tenemos que estar al día con las noticias añadamos también la lectura de un buen libro, caminemos, paseemos.

• Cuidemos nuestra salud, nuestro cuerpo; durmiendo bien y comiendo sano, haciendo deporte; el deporte reduce los niveles de ansiedad. Reduzcamos el consumo de cafeína, teína y demás excitantes, los podemos cambiar por infusiones de hierbas relajantes o sabrosas.

• Cuidemos nuestras compañías; es importante sentirse rodeado de personas positivas que nos transmitan entusiasmo y alegría. dejemos de ser alimento de vampiros emocionales, cuánto más alejados de nosotros mejor.

• Hagamos cosas nuevas con frecuencia, aunque nos de miedo.. El coraje no es ausencia de temor sino la capacidad de actuar a pesar de este. No nos conformemos, no cortemos nuestras alas.

• Aprendamos a respirar  adecuadamente, profundamente para relajarnos en cualquier situación. En la relajación están implicados mecanismos contrarios a la ansiedad, por lo que resulta ser incompatible con la misma.

Ante todo, rompamos el circulo:

La mejor forma de hacerlo es no evitando las situaciones que nos producen ansiedad. La evitación en la forma en la que el circulo de la ansiedad se cierra y se hace fuerte, es el modo en la que la ansiedad nos atrapa y nos incapacita y nos convierte en personas sin libertad.