jueves, 28 de diciembre de 2017

10 Consejos para Educar Queriendo

10 CONSEJOS PARA EDUCAR QUERIENDO

POR UNA PARENTALIDAD BASADA EN EL CARIÑO Y LIBRE DE CASTIGO FÍSICO Y VIOLENCIA

Todos queremos ser los mejores padres y madres y no hay nadie que pueda enseñarnos más que el día a día con nuestros hijos. Compartimos algunos consejos con los que queremos fomentar una parentalidad desde el amor y libre de violencia física o psicológica.
1. HAZLE CASO SIEMPRE: ATIENDE Y ENTIENDE SUS DEMANDAS
El bienestar emocional y el correcto desarrollo del sistema nervioso del niño y de sus capacidades (lenguaje, memoria, atención) depende de la respuesta protectora del adulto. Si las necesidades del bebé no son atendidas rápidamente, experimenta ansiedad, tristeza y frustración, sentimientos de indefensión que afectan negativamente a su desarrollo. Conforme va creciendo, también necesita tu atención y que entiendas sus necesidades.
2. ÁRMATE DE PACIENCIA
Cuando el niño o la niña tenga una rabieta, no quiera colaborar o se muestre esquivo, ármate de paciencia. Puede ser por un sinfín de motivos (miedo, sueño, frustración, inseguridad, querer conseguir algo que no le permites). Ayúdale a verbalizar lo que siente y trata de confortarle. Añadir más tensión a la situación con gritos o amenazas no servirá de nada.
3. PON NORMAS CLARAS, REALISTAS Y CONSISTENTES. PERO NO CUANDO ESTÉS ENFADADO NI MUY CANSADO.
A partir de los 3 años puedes introducir normas. Asegúrate de que tienen un sentido claro, que les acompaña una explicación coherente y cuida que el lenguaje esté adaptado a la etapa de crecimiento del niño o la niña. Desde pequeño tiene que tener claro que hay límites, deberes y responsabilidades. Las normas se establecen sin amenazas, hablando e implicando al niño o la niña y previamente a que surjan los conflictos, no en mitad de una discusión. No deben ser percibidas como imposiciones o castigos, sino como acuerdos necesarios para la convivencia.
4. DÉJALE PARTICIPAR EN LAS DECISIONES, ESCUCHA SU OPINIÓN
Permite que el niño o la niña a partir de los 5 años participe en el establecimiento de normas de convivencia familiar y también en las posibles sanciones. Sentirá que su opinión importa y desarrollará su sentido de la responsabilidad. Tu hijo o hija necesita saber qué se espera de él o ella y cuál es su papel en la familia.
5. ​DEMUESTRA ABIERTAMENTE QUE LE QUIERES CON ABRAZOS Y ATENCIÓN
Cuidar el vínculo afectivo desde que es bebé y durante las distintas etapas de la relación con tu hijo o hija, te ayudará a superar más fácilmente los conflictos cuando surjan. Expresa siempre el cariño abiertamente (con palabras y gestos), dedica tiempo a escucharle desde que es pequeño: qué le preocupa, qué le hace feliz, sus miedos. No esperes a que tenga 14 años para hablar con él o ella ni para pedirle que confíe en ti, será demasiado tarde. Y ofrece amor incondicional y apoyo siempre, te guste o no cómo es o las cosas que piense o decida.
6. ASUME LOS CAMBIOS QUE SE PRODUCEN EN LA ADOLESCENCIA Y ADÁPTATE A ELLOS
No te enfrentes a esa evolución, acompáñale en esa nueva etapa ofreciéndole lo mismo que en las anteriores: afecto, diálogo y normas de convivencia. Ofrécele información y conversa con él o ella honestamente de todos los temas que puedan interesarle o preocuparle y de los que te preocupan a ti.
7. PRACTICA LA ESCUCHA ACTIVA CON ELLOS
Presta atención a lo que quiere decirte y devuelve esta información para asegurarte de que lo has entendido. Trata de ponerte en su lugar y expresa cómo te sientes, para que él o ella también te entienda a ti.
8. NO RECURRAS NUNCA A LA VIOLENCIA O LA AGRESIVIDAD, NO SIRVE PARA NADA
No utilices actitudes agresivas como insultos, amenazas, reproches. No le compares con otros niños. Las imposiciones de poder como “en mi casa se hace lo que yo diga” o “aquí mando yo”, no sirven de nada, sólo generan sentimientos negativos, distancia y desconfianza.
9. RESPIRA HONDO Y PIÉNSATELO DOS VECES
No pongas normas, sanciones o intervengas en un conflicto si estás cansado o furioso. Puedes tomar decisiones erróneas o poco efectivas. No pongas sanciones poco realistas que no podrán cumplirse, desproporcionadas o demasiado difíciles de alcanzar o mantener.
10. CUÍDATE Y QUIÉRETE TÚ TAMBIÉN
Busca espacios para ti, para disfrutar y relajar te con algo que te guste. Ejercer una parentalidad positiva requiere mucho esfuerzo y generosidad. Tu hijo o hija necesita que seas feliz y estés en forma.




jueves, 21 de diciembre de 2017

FELIZ NAVIDAD



Un año más estamos encantados de celebrar la Navidad con vosotros y de desearos felices fiestas¡¡ Gracias por vuestra confianza y cariño.😘





jueves, 14 de diciembre de 2017

Cosas que puedo o no puedo controlar.







Que nunca te disguste un hecho o situación que irremediablemente vaya a ocurrir o haya ocurrido. Si es irremediable, inalterable, inevitable e imposible de cambiar, ACÉPTALO, es lo único que puedes hacer, es el primer paso hacia la tranquilidad.

martes, 12 de diciembre de 2017

Los pensamientos no son la realidad










Es increíble la liberación que podemos sentir cuando somos capaces de ver que los pensamientos son sólo pensamientos y no “uno mismo” o “la realidad”. 
Por ejemplo si pensamos que tenemos que realizar una serie de tareas hoy y no lo reconocemos como un  pensamiento, sino que actuamos como si fuera la verdad, entonces habremos creado en ese momento una realidad por la cual creemos, verdaderamente, que esas tardeas deben hacerse todas hoy mismo.

Los pensamientos pueden ejercer poderosos efectos sobre el modo en el que nos sentimos. Con frecuencia esos pensamientos son desencadenados y puestos en marcha, de manera bastante automática.

Llegando a ser conscientes una y otra vez de los pensamientos e imágenes que se presentan mientras volvemos nuestra mente hacia la respiración y el momento presente, es posible distanciarse parcialmente  y adquirir una cierta perspectiva sobre ellos.


Esto nos permite darnos cuenta que existen otros modos de pensar sobre las situaciones, liberándonos delos viejos patrones de pensamiento que “irrumpían automáticamente en la mente”.

 Y lo que es más importante podemos llegar finalmente a percatarnos, que todos los pensamientos son solo eventos mentales (incluyendo los pensamientos que dicen no serlo), que los pensamientos no son los hechos. Así como nosotros no somos nuestros pensamientos.